Al empezar a catalogar todos los tés disponibles en tienda decidí empezar por los tés negros por dos motivos, uno, es la estantería más cercana a mi escritorio y dos, son los tés por los que me introduje en este mundo. Actualmente disponemos de 15 variedades y al sacarles las fotos y empezar a describirlos uno por uno, me he dado cuenta de una cosa, no he hablado de las múltiples propiedades del té negro, ni de las que poseen los diferentes componentes de los blends, y lo que es peor, no pienso hacerlo; no por que no las tengan, que las tienen y muchas, si no porque para mi la experiencia del té va más allá.
La afirmación de ahí arriba ha sonado terriblemente transcendente, y ni de lejos es lo que pretendo, si que el té y todos los ritos asociados a su consumo tienen un componente espiritual y transcendental en el que no voy a entrar por ahora; simplemente el té forma parte de mi vida de una forma que no puedo reducir a un mero listado de propiedades y beneficios, algo aséptico y objetivo. Mi experiencia con el té es subjetiva, como toda experiencia, va ligada a mis recuerdos, a mi infancia, adolescencia, a mis amigos y las tardes y noches pasadas en algún café, donde ponían muy buena música que acompañaba a una mejor conversación, o veladas en casa, en las que el té era y es el colofón final a una buena cena y preludio de una gran charla. Aquí es donde quiero llegar, el té es mucho más que catequinas, antioxidantes y beneficios para reducir el colesterol o las enfermedades cardiovasculares, es una bebida que une y ha unido siempre, que se ofrece al visitante, al amigo, se recomienda, traba amistades y nos hace partícipes de confidencias, risas y si, chismes también.
El té es visual, olfativo y gustativo, nos atrae y envuelve con su aroma y sabor, ataca directamente a las emociones. Dicen los expertos que los recuerdos cuando van ligados a emociones se hacen mucho más duraderos, pues el té es el superglue de la memoria, los evoca, los afianza y los crea.
En esta página y en este catálogo de tés, encontraréis tés que van ligados a una vida, a la mía, tés que me acompañan desde la infancia, descubrimientos recientes que se han vuelto insustituibles y otros muchos que me van e irán acompañando, aunque trataré de describirlos lo mejor que pueda, no creo que os hable de lo bien que van para hacer la digestión.
Nos vemos en la próxima taza.
Pues ya me has enganchado! Deseando prepararme la próxima taza!!
Mucha suerte con el blog
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